No podía mas, mi Señora me tenía sin correr más de una semana, viéndola diariamente y siendo su objeto durante ese tiempo. Sé que ella, disfrutó viéndome sufrir, con las bolas cargadas, sabiendo que cada día que pasa, me estoy poniendo más caliente. Luego, a riesgo de ser castigado con dureza, me acerco a ella, poco a poco, observándola. Me arrodillo a sus pies, comenzando a tocar, oler y adorar. Ahora mismo tengo una erección de burro y ver a mi Señora, que me ignora soberanamente, me excita aún más. Pero, de repente, mi Diosa, comienza a abofetearme y patearme. Cada vez, me... Show more